domingo, 12 de febrero de 2012

Shopping bag

Llego tarde, tengo una entrevista de trabajo. Voy corriendo los últimos metros. Al entrar me dicen que espere. Saco mis kleenex del bolso. Después cojo el neceser y me doy un toque de colorete rosa. Es el mejor para dar frescura al rostro. Después un poco de gloss en los labios. Perfecto.
Me dicen que entre. Estoy nerviosa. Saco mi curriculum del bolso. Cojo aire.

Al salir respiro hondo. Ya está hecho, ya no vale la pena sufrir más. Lo cierto es que salgo contenta.
Ahora a pasear un rato.
Al cabo de un tiempo me llama una amiga para ir a tomar algo. Busco en el bolso y saco el peine, esto de las melenas es un rollo porque se enrredan constantemente y más cuando hace aire.

Ya sentada en la cafetería con ella me termino de relajar. ¡Qué estrés había pasado!
Invito yo. Cojo mi cartera de piel marrón y turquesa. Verde esperanza, dame suerte.

Y de repente llegando a casa me paro a pensar en el bolso tipo shopping bag que me ha acompañado toda la jornada. ¿Qué hubiera sido de mi sin él? ¡Cabe de todo!

Y no es por nada pero es que, además, es una monada, de piel beige y rosa. Sí, sin duda, no sé que sería de nosotras sin los bolsos.

Me paro en un escaparate. "Mmm... este es ideal" Y entro a echar un vistazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario